Esclavitud infantil en República Dominicana desde la perspectiva de una estudiante de medicina

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Autor: Nicolle Peña Arámboles. Estudiante de medicina de cuarto año. Universidad Tecnológica de Santiago (UTESA) Sede Santiago. Miembro de la Organización Dominicana de Estudiantes de Medicina (ODEM)

A propósito de la conmemoración mundial contra la esclavitud infantil (16 de Abril), se hace necesario tocar un tema, del que todos hemos sido cómplices. Una seria problemática social que afecta a todos los sectores de nuestro país, que, a pesar de la importancia y gravedad de dicho asunto, es un tópico del que nunca se habla. Siendo este, la explotación y esclavitud infantil que sufren un gran número de niños Dominicanos diariamente.

Un niño que sufre esta situación es un niño violentado, un niño restringido de sus derechos, un niño expuesto a la malnutrición, a un sin número de enfermedades, coartando así su derecho a la salud, su derecho a la educación, forzado a trabajar mientras otros estudian, un niño que, como sociedad, le hemos fallado, un niño carente de protección, susceptible a abusos sexuales, físicos, y emocionales. 

Nuestros niños son el futuro de nuestra sociedad, el relevo de cada uno de nosotros, pero cómo se logrará la sociedad a la cual se aspira, cuando nos hacemos indiferentes a dicho maltrato infantil, este que acarrea consigo un sin número de agravantes sociales, incrementa la delincuencia, el uso de narcóticos, la prostitución infantil, la violencia, la transmisión de enfermedades, el embarazo adolescente, entre muchas otras…que en general aumentan la pobreza de nuestro país.

Probablemente todos hemos visto alguna vez a un niño siendo explotado, forzado a trabajar, recorriendo las calles. Aunque el caso sea tan común, del problema no se habla. La imagen de un niño con una caja de limpiabotas no nos extraña, pero debería escandalizarnos, es una grave problemática que hemos normalizado, de pronto ya no se ve a ese pequeño como una persona, sino como algo que existe, que está ahí y es parte del entorno. No nos preguntamos, si está pasando frío o no, si tiene hambre, si tiene sed, si está enfermo, si está siendo abusado y mucho menos pensamos en el futuro de ese niño. Deberíamos cuestionarnos, ¿por qué no se le ve como un ser humano que necesita apoyo, asistencia y socorro?

En los últimos días se ha estado fomentando algo excelente, la protección. Protección a la mujer, protección ambiental, protección a los animales, pero ¿Dónde dejamos a nuestros niños?

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