La Conexión Entre Pérdida Auditiva y Pérdida de Memoria

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Autor: Israel Zagales, estudiante de 4to año de medicina. Universidad Iberoamericana (UNIBE). Miembro del grupo de el American Medical Student Association (AMSA) en el capítulo de UNIBE. Miembro del grupo de la Asociación de Estudiantes de Medicina de la universidad (AEME). Miembro del Grupo de Cardiología de UNIBE (GCU). Miembro del Grupo de Endocrinología de UNIBE (GENDU).

Conozcamos a Eugenia, una paciente de 82 años de edad, quien sufre de pérdida progresiva de la audición con aproximadamente 10 años de evolución.

Actualmente su condición la a dejado en un estado silencioso con dificultad para comunicarse con otros y por ende afectando sus relaciones interpersonales debido a la frecuencia con la que ignora de manera inconsciente o no entiende a las personas en su alrededor. Al pedirles una repetición constante, resulta tedioso para los demás y sin ver lo difícil que es para ella también simplemente ya dejaron de tratar.

Tomando en cuenta lo anteriormente mencionado, Eugenia refiere sentimientos de depresión a causa del aislamiento social en el cual se encuentra.
Repetitivamente se encuentra envuelta en comparaciones entre realidad actual y el pasado. Expresa extrañar poder escuchar las voces de su familia y sentir que no es mutuo ya que "cada uno está sumergido en asuntos propios, esa unidad que podía transmitir a mi familia se ha perdido conjunto a mi audición y aun viviendo cerca ya no están presentes.” Igualmente, se siente responsable al no poder hacer nada.

Como Eugenia existen innumerables casos y es triste ver como son marginadas por una sociedad que no comprende lo que es estar en el lugar de otro. La pérdida de audición es la tercera afección crónica de salud más común en adultos mayores.

Representado por un 50% de las personas mayores de 65 años y un 90% de las personas mayores de 80 años. Toma en estimado unos 10 años antes de que los afectados busquen tratamiento y menos de un 25% de las personas que necesitan ayudantes de audición para su desempeño diario los compran.(1) De igual manera, Eugenia a pesar de los años transcurridos apenas hace un mes se informó y pudo comprar ayudantes de audición.
En un estudio centrado en la demencia, el Dr. Lin y sus colegas monitorearon la salud cognitiva de 639 personas que eran considerados dentro de los parámetros normales y mentalmente estables al iniciar el estudio.(2)

Los investigadores probaron las habilidades mentales de los voluntarios con regularidad, siguiendo la mayoría durante unos 12 años y algunos hasta 18 años. Llegando a la conclusión que mientras peor era la progresión de la pérdida auditiva, mayor probabilidad para el desarrollo de demencia en algún punto. Poseyendo hasta el triple del riesgo a comparación de una persona con audición normal.(2)

De igual manera, los investigadores de Johns Hopkins descubrieron que la disminución en las habilidades del pensamiento ocurrieron más rápido durante un período de seis años entre las personas con pérdida auditiva que entre las que no la tenían.(3)

Entre los casi 2,000 voluntarios, todos mayores de 70 año, los investigadores determinaron que se necesitaría un adulto mayor con discapacidad auditiva de un poco menos de ocho años, para poder desarrollar un deterioro cognitivo, y alrededor de 11 años para aquellos que poseían una audición normal.(3)

Entre las teorías propuestas hasta el momento se encuentran:

1. La existencia de un cambio en la función cerebral debido a que la pérdida de la audición puede causar un cambio en la estructura del cerebro, (similar a los efectos de Alzheimer) por qué se está utilizando de manera diferente.

2. Cuando una persona no escucha bien, tienen que trabajar más para entender a las demás personas. Esto requiere mayor energía por parte de la porción encefálica encargada y en ocasiones sobrecargando con el tiempo. Dejando menos energía para a la memoria y otras funciones cognitivas.

3. El aislamiento social que trae la falta de comunicación fluida y adecuada, puede afectar la salud física y mental.(4)
Eugenia ha experimentado de primera mano estos efectos negativos en lo que respecta a la memoria, asociado con su incapacidad auditiva. A veces olvidando nombres de familiares, y en actividades básicas de la vida diaria como recordar apagar las ornillas de la estufa.

Quizás no se puede recuperar la memoria cuando se empieza a ir, pero si es posible retardar el progreso de su pérdida. Eugenia, al momento, se siente mejor desde que empezó a usar los ayudantes de audición. Se siente más alegre y menos aislada. Refiere haber mejorado la relación con su familia, y sentirse más independiente a la vez.

Como enseñanza tenemos que la pérdida de memoria asociada a incapacidad auditiva es algo que se puede prevenir y tratar en el proceso. Debemos prestarle más atención y darle la importancia correspondiente a temas como este en el sistema de salud. Saber que no solo es la inhabilidad de no poder escuchar o la pérdida de un sentido si no las posibles implicaciones más allá de esto que podría traer para nuestros pacientes al estar informados y pendientes.

Bibliografía:
1. Baycrest Centre for Geriatric Care. Signs of memory problems could be symptoms of hearing loss instead. 2019. Disponible en: https://medicalxpress.com/news/2019-01-memory-problems-symptoms-loss.html
2. Katherine Griffin, Katherine Bouton, AARP. Hearing Loss Linked to Memory Loss, Dementia. 2013. Disponible en: https://www.aarp.org/health/brain-health/info-07-2013/hearing-loss-linked-to-dementia.html
3. Howard LeWine. Hearing loss may be linked to mental decline - Harvard Health Blog - Harvard Health Publishing. 2013. Disponible en: https://www.health.harvard.edu/blog/hearing-loss-may-be-linked-to-mental-decline-201301225824
4. Kristen Hicks. The Connection Between Alzheimer’s and Hearing Loss. 2018. Disponible en: https://www.alzheimers.net/the-connection-between-alzheimers-and-hearing-loss/

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