Quitando el velo con la Auditoría Médica

Tamaño del texto:

Por el doctor Miguel Santos, Auditor Médico

Según la Real Academia Española, una de las definiciones de la palabra velo significa “confusión u oscuridad del entendimiento en lo que discurre, que le estorba percibirlo enteramente u ocasiona duda”, además de “cosa que encubre o disimula el conocimiento expreso de otra”.

Según el filósofo Sócrates, “el que obra mal, es porque ignora el bien, por tanto, nadie obra el mal voluntariamente”. “El mal es la falta de saber, es ignorancia”, por lo que, según este argumento, sólo sería proceder a educar a quien cometió la falta, por el hecho de ser ignorante. “La ignorancia se convierte una falta de respeto por la inteligencia , porque se ignora, no se usa, se deja de lado, prefiriendo el ignorante actuar por reflejo”. Usualmente se es ignorante por condición o elección.

Visto esta definición sobre el velo y su asociación a la ignorancia, también traemos a colación la de la Auditoría Médica de la Resolución 00219-2017 de la SISALRIL, en su artículo 3, numeral 18 que expresa que “ es el análisis crítico sistemático de la calidad de atención médica, incluyendo procedimientos diagnósticos y decisiones terapéuticas, el uso de los recursos y los resultados de los mismos que repercuten en los desenlaces clínicos y en la calidad de vida del paciente”.

Desde hace tiempo en diferentes escenarios de la vida, especialmente en el sector salud, una parte del “liderazgo” ha apostado a mantener un velo de ignorancia de aquellos a los cuales dirige, pues es en esa ignorancia de conocimientos, en los cuales escuda su “poder”, con el objetivo de continuar obteniendo recursos o beneficios de cualquier índole.

¿Cómo se hace para salir de la ignorancia? o ¿qué hay que hacer? La educación es el factor mas importante que influye en la reducción de la ignorancia, pues, esta aporta no sólo conocimientos, sino que nos enriquece la cultura, los valores y nos ayuda a alimentar el espíritu, siempre y cuando transformemos el mundo donde vivimos, sobre todo, nuestro mundo interior y que este crecimiento nos ayude a compartir con otros hacia afuera.

En el ámbito de la salud de nuestro país, esa ignorancia ha querido mantenerse perpetuada por la misma ignorancia de algunos “dirigentes” de centros privados o de médicos especialistas, que debido al “orgullo” que utilizan como una máscara, posiblemente por temor a enfrentarse a procesos nuevos, diferentes e inesperados, dado que en esta vida lo único constante es el cambio. Algunos de estos personajes de nuestra sociedad se muestran reactivos a realizar los ajustes necesarios, puesto que lo ven como algo amenazante, ya que los seres humanos usualmente nos mostramos relativamente conservadores, sin embargo, hace unos años atrás en la República Dominicana la Auditoría Médica era un proceso relativamente conocido sólo por unos pocos, sin embargo, desde unos años hacia acá, se ha incrementado la participación de los médicos y personal relacionados directamente o no al área de la salud, puesto que la “ignorancia de la ley no la exime de su cumplimiento”.

Como un elemento a destacar en el área de la salud y que nos permite reducir el velo de la ignorancia a niveles trascendentales es la Auditoría Médica, pues con ella, su fomento, implementación y aplicación asegura que la calidad de los servicios y procedimientos en salud, se cumplan, se mantengan o mejoren mediante la utilización de los protocolos, guías, leyes, normativas y resoluciones establecidos. Con la utilización efectiva de la Auditoría Médica, en nuestro sistema de salud esta herramienta se pueden identificar áreas críticas, proponer soluciones que favorezcan tanto a los prestadores de servicios de salud (centros y médicos) así como a los afiliados del sistema de salud de nuestro país, además de mejorar la calidad atención, de la práctica médica, minimizando la frecuencia de errores prevenibles, en el área didáctica nos permitiría tener mejores profesionales ejerciendo la atención en salud, en este campo sería posible que las autoridades correspondientes la tomaran en cuenta para que pueda ser colocada en los pensum de nuestras distintas universidades como una materia con igual relevancia que el resto del contenido del curriculum universitario, puesto que en algunas se considera como una materia optativa y en otras es un ingreso adicional tanto para la universidad como para los facilitadores de los cursos al realizar diplomados o talleres, puesto que se ha convertido en un negocio “rentable”, por lo tanto, es posible que para estos momentos en que vivimos se dificulte la implementación formal como materia en nuestras universitaria de la Auditoría Médica, por lo que se pudiese retrasar aún más el corrido del velo de la ignorancia en este aspecto.

Síguenos

N2