Proteínas: necesarias para una buena calidad de vida

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Las proteínas son el segundo componente, en volumen, del cuerpo humano. Aproximadamente representan un 18 %, sólo por detrás del agua. El agua es aproximadamente un 60 % del volumen corporal. Las proteínas son popularmente conocidas por mantener tejidos corporales como los músculos. Sin embargo también realizan otras importantes funciones como la formación de estructuras, el colágeno de la piel o trabajar como neurotransmisores.

Además, las proteínas son imprescindibles para las conexiones nerviosas y son indispensables para el correcto funcionamiento del sistema inmunitario y para contraer los músculos. Las proteínas no solo nutren los músculos, ya que también contribuyen al buen estado del organismo de una forma mucho más completa. De hecho los expertos recomiendan que las proteínas constituyan entre el 10 y el 15 % del aporte energético de la dieta.

Teniendo en cuenta que el organismo está formado por más de 600 músculos que dan vida y garantizan que el cuerpo responda a sus impulsos, mantenerlos sanos es esencial y en este punto las proteínas cobran un papel muy importante.

Más allá de los movimientos voluntarios que se pueden controlar como saltar, correr o andar, existen otros músculos de cuyos movimientos no somos tan conscientes, pero que realmente ayudan a los órganos a funcionar correctamente. Estos músculos son por ejemplo los que permiten a los intestinos regular el tránsito intestinal, o los que intervienen para que el útero se contraiga durante el parto, o algo tan sencillo y fundamental como es el latido del corazón. En resumen, las proteínas nutren los músculos, y contribuyen al buen estado del organismo.

Asimismo, la práctica de ejercicio físico moderado combinado con suplementación de proteínas o aminoácidos en la dieta, tiene un impacto muy positivo en la salud y representa una estrategia efectiva en muchos aspectos. Mejora la fuerza y masa muscular, aumenta la retención y absorción de calcio mejorando el metabolismo de los huesos, acelera también la recuperación de tejidos después de una lesión, y protege a los músculos frente al envejecimiento, entre muchos otros.

Fuente: Efe Salud.

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